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Parece obvio que llevar casco en ciudad es absolutamente imprescindible, pero seguimos viendo a demasiada gente sin él. Llevar casco, sobre todo en ciudad, donde hay más peligros, debe tomarse lo más en serio posible.
Seguro que conoces a alguien que haya sufrido una mala caída en bicicleta y te haya dicho que probablemente el casco le salvó la vida. Piensa en este ejemplo como algo que podría ocurrirte en cualquier momento y en cualquier lugar. En la ciudad, los vehículos están por todas partes y también los peatones, y las carreteras presentan a veces imperfecciones, puntos resbaladizos, etc. En resumen, llevar casco te ahorrará muchos problemas si te caes.
Un buen casco es un casco que se ajusta a ti, para ello sólo tienes que coger una cinta y colocarla alrededor de tu cabeza a unos 2 cm por encima de las cejas y hasta la zona más abultada de la nuca.
La forma más popular, abarca bien la cabeza y algunas incluso llevan una visera incorporada, como ésta:
Otros son más "convencionales", de formas más versátiles, que puedes utilizar incluso en trayectos más deportivos:
Existe la norma CE EN 1078, que ofrece la base de la protección en Europa y es obligatoria.
Y además de este estándar, se han desarrollado patentes para proporcionar aún más protección y confianza al usuario durante su práctica, la tecnología MIPS es actualmente la mejor del mercado: