Cargando...
Nivel de práctica: Las botas de esquí de fondo se clasifican generalmente en tres categorías según su nivel de prestaciones: principiante, intermedio y experto. Las botas para principiantes ofrecen más comodidad y calor, mientras que las botas para expertos son más rígidas y ofrecen mejores prestaciones.
Tipo de práctica: En función de la disciplina de esquí de fondo que prefieras, existen dos tipos de botas: las botas clásicas y las botas de patinaje. Las botas clásicas están diseñadas con una suela blanda y ofrecen poca sujeción del tobillo para facilitar el balanceo del pie. Por lo general, se apoyan poco en el suelo y son flexibles para ofrecer la máxima facilidad y comodidad.
Morfología del pie: Es importante elegir unas botas que se adapten a la morfología de su pie en términos de anchura y volumen. Las botas de esquí de fondo suelen ser más estrechas que las alpinas, pero existen botas más anchas para pies más anchos.
Sistema de fijación: las botas de esquí de fondo tienen un sistema de fijación que se conecta a los esquís. Existen dos tipos de sistemas de fijación: SNS (Salomon Nordic System) y NNN (New Nordic Norm). Es importante comprobar que las fijaciones de las botas coinciden con las de los esquís o que son compatibles entre sí.
Para elegir la talla correcta de tus botas de esquí de fondo, elige tu talla habitual y elige unas botas con las que te sientas cómodo. Evita las botas demasiado pequeñas, que pueden provocar rozaduras, y las demasiado grandes, que pueden reducir la transferencia de información de la bota al esquí. Ten en cuenta que el forro se asentará con el tiempo, lo que es una consideración importante a la hora de comprar tus botas de esquí de fondo.