Llevar las gafas con una facilidad de uso óptima significa, ante todo, elegir la talla adecuada. Los anteojos demasiado pequeños producirán una compresión muy desagradable en las sienes, o incluso provocarán dolores de cabeza. Los anteojos demasiado grandes o demasiado anchos pueden deslizarse sobre la nariz y caerse. Si las gafas están hechas de plástico o acetato, puede ajustar fácilmente las patillas usted mismo.
También tienes que tener en cuenta la sensación que tienes cuando las llevas: unas gafas oversized como las vemos muy de moda este año pueden dar la impresión de que son abultadas o demasiado pesadas. Pruebe varios modelos en una tienda, incluso si tiene la intención de comprar en Internet, ¡le dará una mejor idea del tamaño y la forma que realmente le conviene! ...
Para que las gafas estén perfectamente ajustadas (tamaño de los ojos, ancho del puente, largo de las sienes), la montura debe estar lo más cerca posible del rostro y debe descansar correctamente sobre el puente de la nariz.
Si tienes la oportunidad de probarte las gafas: inclínate y gira la cabeza de un lado a otro para comprobar que no se caen y que la talla es la adecuada para ti. Suena tonto así, ¡pero esta simple prueba es definitiva!
Si no puede probárselos, especialmente si compra sus anteojos en Internet: escriba los números que le da el vendedor. Cuanta más información tenga sobre las medidas, mejor.
Luego compárelo con cualquier par de anteojos que haya usado.
Todas las dimensiones de las gafas están expresadas en milímetros y generalmente están escritas dentro de una de las patillas o dentro del puente.
Ejemplo: encontrará la secuencia de los siguientes números: 55-25-140
55 = diámetro del vidrio
25 = distancia entre los 2 vasos
140 = la longitud de las ramas
La unidad de medida es milímetro (mm)
Clasificación de protección: