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Salidas de entretiempo o excursiones de varios días: opta por un cortaviento de tipo Hardshell. Esto te permitirá ajustar las capas en función de la temperatura. Lleva el cortaviento solo sobre una camiseta técnica en condiciones de viento, o añade un forro polar debajo si necesitas abrigarte.
Excursiones de un día en verano: lo ideal es un cortavientos plegable. Se guarda en la mochila y sólo se saca cuando hay un chaparrón o viento inesperado. Esta chaqueta ligera te mantendrá seco sin darte demasiado calor.
Salidas invernales o a la estación de esquí: opta por un cortavientos cálido, como una parka o un plumífero. Elige una chaqueta con un forro térmico importante y una impermeabilidad total para resistir a la nieve.
Escapadas urbanas con tiempo húmedo: elige un cortavientos urbano totalmente impermeable. Puedes optar por una chaqueta Hardshell o un cortavientos con forro tipo parka. Estas opciones proporcionan una protección total contra el agua y el viento, algo esencial para los largos paseos por la ciudad.
Sesiones deportivas: Para actividades intensas como correr, trail running o bicicleta de montaña, opte por un cortavientos especialmente diseñado para estas actividades, que ofrece una gran transpirabilidad. Para actividades más suaves como caminar, pescar o navegar, elige una chaqueta softshell, que es transpirable y aislante a la vez.