Cómo combatir los pies fríos en invierno

Imagina una escena en la que estás explorando un pintoresco paisaje invernal. Tus pies están cómodamente calientes y tu calzado ofrece un agarre excelente a pesar de la presencia de nieve y hielo. Así debería ser una experiencia de este tipo.

Las escapadas invernales y las excursiones con raquetas de nieve tienen el potencial de infundir una sensación de emoción. Sin embargo, la incomodidad causada por los pies fríos a menudo puede empañar lo que podría haber sido una salida agradable. Los dedos de los pies mojados o entumecidos pueden transformar rápidamente su disfrute del invierno. Pero todo esto puede evitarse con el equipo de senderismo invernal adecuado. Además de la elección de la ropa, el tipo de calzado desempeña un papel crucial. Aquí es donde entran en juego las botas de montaña.

¿Qué tipo de botas de invierno?

Las botas de invierno no son todas iguales; al contrario, existe una amplia gama de modelos diseñados para una gran variedad de usos. La gama incluye calzado adecuado para caminar por senderos abiertos, senderismo invernal moderado al aire libre, así como exigentes expediciones invernales con pesadas mochilas, en zonas remotas y fuera de los caminos trillados.

Una característica distintiva es la posibilidad de combinar estas botas con raquetas de nieve. Las botas de montaña de invierno diseñadas para este fin suelen tener una parte superior resistente para evitar que las correas de las raquetas de nieve ejerzan presión sobre el pie. Una característica importante también puede ser un ribete reforzado en el talón, o un punto de sujeción especialmente diseñado para las raquetas de nieve, para evitar que la correa se deslice hacia atrás.

¿Qué debo buscar en una bota de invierno?

Las botas de invierno difieren de las botas de montaña convencionales en varios aspectos fundamentales. He aquí los cuatro más notables:

Diseño y altura de la caña:

Como ya se ha mencionado, las botas de invierno se caracterizan generalmente por una caña alta que sobrepasa el tobillo. Este diseño tiene una serie de ventajas importantes:

Una caña alta evita que la nieve se filtre en el interior de la bota.

Proporciona una mejor sujeción del tobillo, lo que es esencial para evitar torceduras en los senderos nevados. Además, una bota sólida facilita la marcha lateral sobre la nieve y estabiliza el uso de las raquetas.

Estas características de diseño contribuyen a la eficacia y comodidad del calzado de invierno, al tiempo que proporcionan una protección adecuada en las exigentes condiciones invernales.

La parte exterior de una bota se denomina empeine, y en el contexto de las botas de montaña de invierno, se suele elegir el cuero como material principal. El cuero es excepcionalmente resistente, capaz de soportar cristales de hielo afilados y la abrasión de las correas de las raquetas de nieve. Por eso, las botas de invierno de piel son la primera elección para las exigentes aventuras de senderismo y trekking durante esta estación.

Para un calzado de invierno ligeramente más ligero, diseñado para un uso moderado al aire libre, a menudo se incorporan inserciones sintéticas en la parte superior para complementar las secciones de piel. Estos materiales similares a los tejidos son más ligeros, flexibles y transpirables. Las fibras robustas, como la poliamida, también garantizan la durabilidad y resistencia al desgaste de estos materiales.

Ya sea de cuero o de materiales sintéticos, la parte superior de una bota de invierno debe ser siempre impermeable. Esto se consigue normalmente mediante una membrana integrada, como Gore-Tex u otras membranas impermeables. Además de impermeable, esta membrana ofrece una transpirabilidad adecuada, facilitando la salida del sudor. Esto es especialmente crucial en invierno, cuando los pies mojados significan pies fríos en condiciones de bajas temperaturas.

Para mantener una protección fiable y constante contra la humedad, es esencial mantener e impermeabilizar regularmente las botas de invierno.

Para mantener los pies calientes en invierno, hay que aislarlos

Hay varias formas de mantener los pies calientes con botas de invierno:

Las botas de invierno con forro suelen ser la opción inicial para muchas personas. De hecho, los forros ofrecen una amplia gama de opciones para mantener el frío a raya. Los ejemplos van desde la piel de oveja afelpada hasta un forro grueso combinado con una membrana impermeable.

Algunas botas de invierno incluyen una capa aislante entre el empeine y el forro para evitar que se filtre el frío, como el G-Loft.

La adición de material aislante bajo la entresuela, en el metatarso del pie, también puede ser un enfoque eficaz.

Por último, el diseño de la plantilla desempeña un papel crucial. Una plantilla de lana merina, por ejemplo, ayuda a mantener el calor al tiempo que limita los olores.

El objetivo de estas técnicas es asegurar un confort térmico óptimo durante las aventuras invernales, garantizando unos pies calientes y cómodos a pesar de las condiciones gélidas.

Las botas de invierno necesitan un agarre de alto rendimiento

Las suelas de las botas de montaña de invierno tienen un perfil característico, con clavos y tacos que se clavan en la nieve. En ocasiones, se incorporan a la goma de la suela partículas adicionales, como fibras de vidrio o minerales. Estas partículas, que parecen pequeños pinchos, mejoran el agarre al caminar sobre nieve y hielo. Además, la composición del caucho debe ajustarse para mantener la flexibilidad a bajas temperaturas y evitar el endurecimiento.

Estas características de la suela también repercuten en la entresuela. En el caso de las botas diseñadas para el senderismo por la nieve o los senderos con raquetas de nieve, la entresuela tiende a ser más rígida. Esta rigidez es ventajosa sobre superficies nevadas, ya que permite transferir el peso del cuerpo con precisión y dar pasos estables y controlados.

Cómo elegir la talla y el ajuste adecuados para tus botas de invierno

Al comprar botas de invierno, es de vital importancia no optar por una talla demasiado pequeña. Si las botas son demasiado estrechas (o si los cordones están demasiado apretados), la circulación sanguínea en los pies se ve afectada y los pies se enfrían más rápidamente. Por eso te recomendamos que compres botas de montaña de inviernode media talla a una talla más que tu talla habitual.

Las botas de montaña de invierno tienen una horma más ancha para garantizar que haya suficiente espacio en los laterales. Sin embargo, es importante no pasarse con el espacio lateral. Unas botas excesivamente anchas pueden dificultar el hundimiento de las suelas en la nieve o proporcionar la estabilidad necesaria cuando se utilizan raquetas de nieve. Encontrar el equilibrio adecuado entre comodidad y ajuste es esencial para garantizar una experiencia de senderismo invernal segura y agradable.

Un buen par de calcetines también contribuye a evitar los pies fríos

Al igual que el calzado, los calcetines desempeñan un papel igualmente importante para mantener los pies calientes. Desempeñan un papel crucial en el ajuste, la gestión de la humedad y el aislamiento de las botas de montaña.

Los calcetines de invierno confeccionados con una mezcla de lana merina y fibras sintéticas ofrecen los mejores resultados. La lana mantiene el calor y, hasta cierto punto, funciona bien incluso cuando está mojada. Las fibras sintéticas, por su parte, ayudan a evacuar la humedad del pie hacia el exterior, manteniendo el ambiente seco y confortable. ¡Consulta nuestra selección de calcetines en AlpinStore!

También puedes añadir accesorios para evitar que tus pies se enfríen demasiado.

Además de elegir el calzado y los calcetines adecuados, estos consejos también pueden ayudarte a mantener los pies secos y calientes:

Polainas: Desempeñan un papel clave para evitar que la nieve y el agua se filtren en las botas, manteniendo los pies calientes. Descubre nuestra selección de polainas en AlpinStore.
Plantillas aisl antes: Incorporar una fina capa aislante adicional (potencialmente con un revestimiento de aluminio reflectante) bajo la suela puede evitar que el frío penetre en tus pies desde abajo, especialmente a bajas temperaturas. Sin embargo, es fundamental que el calzado tenga espacio suficiente para alojar estas plantillas. Unas botas demasiado ajustadas pueden reducir la circulación sanguínea en los pies, provocando que se enfríen. Además, un corte demasiado estrecho altera el ajuste adecuado de la bota, pudiendo causar ampollas al alterar el ajuste preciso en el talón.

Plantillas térmicas: En condiciones climáticas muy frías, el uso de plantillas térmicas puede mantener los pies calientes durante todo el invierno.

Productos para el cuidado de los pies: La aplicación de un bálsamo caliente para los pies antes o después de una salida puede ayudar a estimular la circulación sanguínea, contribuyendo a aumentar la sensación de calor y comodidad.

Siguiendo estos consejos, además de llevar calzado y calcetines adecuados, puedes maximizar tu confort térmico y disfrutar al máximo de las actividades invernales al aire libre.

En conclusión, si dispone de los productos adecuados, puede reducir drásticamente el riesgo de tener los pies fríos.

En primer lugar, asegúrate de que tu calzado tiene el aislamiento adecuado. Ofrecemos una gama de modelos especialmente diseñados para responder a diversas condiciones térmicas. Gracias a ello, podrás disfrutar plenamente de tus actividades al aire libre mientras te mantienes cómodamente abrigado, incluso durante los meses de invierno.

Noé NIVAULT, Comprador en AlpinStore
Práctica: senderismo, ciclismo, running, crossfit

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