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Ya sea para hacer deporte o para el día a día, encuentre los calcetines que necesita en La Chaussette de France.
La marca La chaussette de France se creó en 1961 y desde entonces tiene su sede en Troyes, en la región del Aube. Desde su creación, el objetivo de la marca ha sido ofrecer calcetines para todo el mundo, con tecnologías que permiten su uso en una amplia gama de condiciones y prácticas. La marca también pretende destacar el saber hacer francés con estos productos fabricados en Francia y directamente por la marca. En la actualidad, la marca cuenta con no menos de cincuenta empleados en un terreno de 5.000 m2, todos ellos trabajando para perpetuar los valores de la marca y ofreciendo al mismo tiempo algunos productos nuevos, como gorras, bóxers y sombreros.
Como ya se ha dicho, la marca ofrece productos técnicos y tecnicidad significa tecnología. De hecho, los productos que se ofrecen están diseñados para resistir el paso del tiempo y adaptarse a las diferentes prácticas del consumidor, ya sea para llevarlos en la vida cotidiana o durante la práctica deportiva. De hecho, la marca cuenta con sus propias tecnologías para la creación de sus calcetines. Es el caso de la tecnología Reinforced Padding, que define las zonas de refuerzo y protección de las partes sensibles del pie, la tecnología Flex Ankle Support que consiste en aligerar ciertas zonas del calcetín para facilitar la flexibilidad o la tecnología Anti-bacteriana generalmente colocada en la zona del talón/dedo del pie y con facultades antibacterianas, esta tecnología permite limitar los olores así como los problemas de transpiración para una práctica más agradable y confortable.
La chaussette de France tiene fuertes valores y sigue comprometiéndose desde su creación a respetar su estrategia proponiendo productos de alta calidad que duren en el tiempo y que, por lo tanto, permitan al consumidor no tener que consumir demasiado, lo que, por supuesto, es beneficioso para el medio ambiente. Además, la marca quiere destacar el saber hacer francés y ofrece calcetines totalmente concebidos, diseñados y fabricados en Francia, al igual que los diferentes tejidos o lanas utilizados. Esta estrategia es, por tanto, beneficiosa para la promoción del saber hacer francés, pero también para el medio ambiente, ya que limita la importación de materias primas para la fabricación de productos.